domingo, 27 de diciembre de 2009

Pequeño inspector

El traje, el retrato y la fiesta es una boda. Sus ojos: se dibujan las lunas,
dos astros en el espacio blanco flotando ahí suspendidas; describiendo su cabello y orejas se dibujan cascadas y rocas, el agua se entrelaza entre ellas y sobre ellas
como lluvia suave que cae. Y como de la marina, su sombrero blanco, con un ancla y una banda con un moño azul. Las lunas se oscurecen.

Ahora se pinta una sonrisa y toman la foto --Mañana por la tarde estarán listas las fotografías y pasaremos a recogerlas juntos-- Dice su madre sonriendo.

El pequeño inspector está feliz, se ha disfrazado como infiltrado,(no lo reconocerán).
Va bien vestido: el traje combinado con el sombrero, listo para la boda, no sera el paje pero seguro va más elegante.¡Oh sorpresa! enfermó el paje, el lo suplirá.
Va mascando chicle, fue el secreto para convencerlo pues no quería.

Con los demás niños jugara a la guerra, guerra donde no hay heridos, quizá un pequeño raspón y seguirán jugando; un pantalón roto que mamá coserá pero nada más, ningún muerto, ningún herido. Qué bueno es jugar a la guerra cuando aun se es niño, porque no hay balas, solo con la boca el sonido de las metrallas, porque no hay que matar a nadie y la inocencia no se ha perdido.

A veces me siento como el personaje de la televisión intentando entender mil de cosas que aveces no traen buenos resultados, pero nunca se dijo que descubrir verdades ocultas fuera bueno o incluso saludable.

Yo, por ejemplo, quise saber como es mi corazón, pero esta muy adentro lo vi en los libros de medicina, pero como necio y terco seguí con la duda, al no encontrar una solución, me pique el dedo con una tachuela
... y me dolió.
...aun no he visto mi corazón,
pero ahora se porque duele. Como cuando se fue papá.

... Así como tenia esa duda , así tenia todo un cuestionario.
-¿Que si de curiosidad murió el gato?-
bien, no soy un gato.

Entre todas las preguntas, ¿a que sabrán tus labios?, ¿Sabrán a fresa?, ¿sabrán a rosario?

Nunca me atreví a averiguarlo, sino hasta que estabas muerta.
Abrí tu cajón como un relicario(cuando no miraba nadie), y así como así, me atreví a probarlos, para mi sorpresa, tus labios, no tenían sabor, solo estaban fríos y de un rosa palpitante, como vivos, pero no entiendo, se sienten como...
entonces, un dolor, un dolor aquí en el pecho, (duele) yo quería que tus labios supieran a fresa o tal vez a rosarios. ¿es el sabor a decepción?...no se a que sabe un rosario, quizá sea su sabor, eso me queda de consuelo, puede que sea cierto
al fin los rosarios se rezan en los velorios y entonces estabas en un cajón. Te veías tan linda ese día a pesar de que ya no tenias gota viva en tu cuerpo.

Recuerdo bien... era fin de semana, llovía, y después de todo eso me puse a llorar
un tiempo, y después como todo lo demás lo olvidé, nunca confesé lo que sentía por ti a nadie, mi mas profundo secreto, que con ese ultimo beso te llevaste a la tumba.
mate así una duda y gane otras dos, ahora se a que saben tus labios, la nueva pregunta es si del rosario sera ese el sabor... y la otra nueva es si vivos tus labios si sabían a fresas frescas o tal vez a algo más (lastima y error, cuestión sin solución).

Por besar tus labios, por jugar al inspector, ahora duele, duele el corazón

Tiempo después...
Ya deje la idea de jugar al inspector, pero sigo con mi duda, y juego ahora al doctor, atrapé a un gato y le aplique operación dentro de mi quirófano. Procedí a cortar el pecho y le saque el corazón:
chorrea sangre, salpica en mi cerebro tantos pensamientos: nauseas, no las pienses,
piensa cosas bonitas, ¡ASCO!, ¡aguanta!, -te costo trabajo atraparlo para abandonar la operación ahora- .

Comentarios para la libreta de estudios: como en el diccionario, igual a la ilustración, es muy pequeño -anoté- con sobrada razón es tan fácil hacerlo retorcer... (duele).

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