domingo, 14 de octubre de 2012

Sobre el aire en el espacio

("We Can Breath in Space, they just don´t want us to escape")



Texto crítico sobre la pieza de Berndnaut Smilde"CONDITIONER"  (2011, Amsterdam/ Dresden). La pieza básicamente consiste en una instalación de (ductos, tubos, láminas, ventiladores) un sistema de aire acondicionado que realiza la purificación del aire en el espacio (un matadero local "vacío"/en desuso)

Hay tres cosas que no se pueden realizar (y no es que sean todas):

1.- Cerrar una puerta que no está abierta.
2.- Apagar una vela que no está encendida
3.- Limpiar algo que no está sucio.

¿Cuántos dolares americanos habrá qué aspirar para pasarse suficiente cantidad de coca, y cuál es la probabilidad de respirar una partícula del último aliento de Jesucristo?

Un espacio de galería, antes un matadero se constituye el espacio dado. La pieza instalada (un purificador de aire) ventila el espacio con un aire antiséptico, el aire aún suponiéndose limpio no basta para que al entrar al sitio, la primer impresión sea la de un ambiente insalubre.

Conscientemente se interroga el espacio, pero la reacción primera, la más intuitiva ha marcado ya la pauta entre un impacto claro y la reacción ante la pieza.

Opción A: reacción a lo visual primitiva, el instinto predetermina asco y rechazo, evita el lugar, insiste en alejarse.
Opción B: la lógica del espacio limpio funciona aquí, un sistema de limpieza intuye un lugar contaminado, lo conveniente al evaluar la situación es mantenerse alejado.
Opción C: se pretende respirar normalmente el aire enrarecido, demasiado limpio que cala en la nariz, demasiado frío. La primer percepción juzga el aire de irrespirable.

La percepción del entorno corto-circuita, pasa a modo manual. El astronauta reconociendo su espacio no sabe si la atmósfera es respirable, atenta contra su vida y en un último arrepentimiento se quita el casco mientras cuenta hasta diez, aguantando el aire en sus pulmones cuenta hasta diez, como si estuviera bajo el agua, siente cómo los ojos se le botan y los cierra con fuerza, se sugestiona, mientas sus piernas ya no responden, si pudiera patearía. Exhala bruscamente, sólo para comprobar que el aire afuera es tan limpio como el de siempre.

El conflicto entre instalación y espacio (podría) se omite en primera instancia, sustituyéndose por un evento vital, el de respirar o no, el espacio habitado y la relación con éste. el conflicto pues, se desarrolla entre un espacio o espacios y espectador. Mentalmente enfrenta un espacio deteriorado y de limpieza dudosa ante una instalación antiséptica. La reacción instintiva antecede a la reacción crítica, consciente y especulativa.

Antes que el astronauta se dé cuenta en dónde está ya se ha enfrentado al vacío, su ansiedad inusitada se desata, y con una risa nerviosa ante el absurdo, explora.

El hombre que siempre está haciendo algo con las cosas, se impregna con la misma materia de que está hecho, juega con el barro, la tierra, se "ensucia", se pone en comunicación, hoy, ante un exceso de celo ante la suciedad se lo prohíbe, le han dado en su punto débil, su sentido de aprehensión a las cosas incluía una devoción religiosa a ciertos objetos, quizá recuerdos, pero no polvo, el polvo que de ser realmente sentimentalistas y apegados a nuestras cosas, nuestro oxido, sarro y salitre llevaríamos a todas partes, pero lo olvidamos en el espacio transitado, constituyendo el paso del tiempo, haciendo envejecer los mosaicos junto con el aire húmedo del suspiro que exhalamos, mientras la vista recorre los ductos y se hace ciega a ciertos detalles, mientras respira con desconfianza aún "el aire del astronauta", prefiere evitar tocar las paredes, y de ser posible flotaría, sin saber acaso que ya hay una unión de antemano, intercambiando un fluido, en esencia vital-en esencia invisible, comunión entre espacio y espectador -el aire- se desplaza al ritmo de su propio cuerpo, la belleza de la pieza radica quizá en el insoluto equilibrio entre lo grotesco del espacio y la ascepcia de la instalación que a la vez se desplaza pensada, limpia y linealmente a veces, y otras en garantía de garabato de fea letra... el caos que los ojos presencian es sólo TRANSFORMACIÓN.